Por: Vanessa Gómez
Albert Romero personifica el pintoresco personaje de Camacho en la obra El Quijote.
Albert Romero es chileno y llegó al Ecuador en 1997. Estudió ballet clásico en el Teatro Municipal de Ballet de Santiago de Chile y actualmente es bailarín profesional del Ballet Ecuatoriano de Cámara.
¿A qué edad decidiste estudiar ballet a nivel profesional?
Lo decidí al cumplir 17 años, aunque me gustaba bailar desde muy pequeño. En Chile existía el gran tabú que los hombres no debían bailar, pues se prestaba para muchas interpretaciones. Fue por eso que al cumplir la mayoría de edad me arriesgué a dedicarme profesionalmente a la danza, desafiando los tabús que yo mismo tenía.
Respecto a tu familia, ¿recibiste el apoyo que esperabas al tomar tu decisión?
Claro que sí, mis papás jamás cuestionaron mi fascinación por este arte. Ellos reconocen que la danza es una profesión muy sacrificada y que implica un alto nivel de cultura el saber apreciarla. Además, mi hermano mayor también es bailarín profesional, él tiene su propia academia de ballet clásico en Uruguay.
Llevas cerca de 13 años viviendo en el Ecuador, ¿cuándo decidiste establecer tu vida en este país?
Cuando conocí a mi esposa. Al poco tiempo de conocerla supe que era el mejor lugar para enraizar mi vida tanto personal como profesional. Y no me equivoqué. Tenemos dos hijos por quienes debemos salir adelante, y apoyarnos mutuamente es lo que ha fortalecido nuestra relación.
¿Cómo has logrado organizar tu tiempo entre el trabajo y tu familia?
Ha sido muy complicado, los repasos en el BEC son a diario y constantemente estamos en giras promocionando nuestras obras. Reconozco que mi esposa muchas veces ha tenido que desempañar el rol de madre y padre a la vez. Pero siempre encontramos el modo de organizarnos; por ejemplo, a veces mis hijos vienen a mis presentaciones y hasta me dan sugerencias para mis personajes.
Tus hijos, ¿ha mostrado interés por seguir tus pasos?
Sí, sobre todo el mayor. Si en un futuro me dicen que desean ser bailarines, tendrán todo mi apoyo, siempre y cuando tomen en serio la profesión y se dediquen cien por ciento a esta disciplina.
Camacho es el personaje más reciente que estás interpretando, ¿cuánto tiempo te tomó la preparación para este papel?
La preparación ha tomado como 8 ó 10 meses, ha sido uno de mis personajes más difíciles de interpretar ya que no requiere de tanto baile sino que debo enfatizar lo expresivo. Mi personaje le brinda el tinte humorístico a la obra, así que debo exaltar mis gestos.
Pese a los grandes sacrificios que has realizado por tu carrera, sobre todo en cuanto tu familia, ¿qué es lo más gratificante que te ha brindado tu profesión?
El poder recorrer todo el país por las giras que realizamos. He podido llegar a cada rincón del país, así como también viajar a Colombia, Uruguay, Bolivia y otros países donde he conocido gente y les he presentado espectáculos de calidad.
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