Por Karla Ayora
Cervantes nunca se hubiera imaginado hace cuatrocientos años, cuando publicó la primera parte de su novela El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, que ésta iba a ser la inspiración para la creación de obras sinfónicas, adaptaciones teatrales, óperas, zarzuelas y ballets.
Múltiples escenas llenas de color y atractivos movimientos reviven a los personajes de la obra de Cervantes, las expresiones faciales y corporales de los bailarines hablaron por sí solas, pues demostraron las alegrías y derrotas de El Quijote.
martes, 25 de mayo de 2010
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