Por: Karla Ayora y Vanessa Gómez
La danza es una medicina que, a través del ritmo y los movimientos, inyecta energía al cuerpo así como lo tonifica.
No solo una correcta postura y flexibilidad es lo que desarrollan los bailarines de ballet, también adquieren un alto nivel físico, para lo cual requieren rutinas diarias de aeróbicos o gimnasia. Basta con las arduas prácticas de baile y coreografías que repasan para deshacerse del exceso de calorías y mantener una esbelta figura.
Según explica Enriqueta Terán, bailarina profesional del Ballet Ecuatoriano de Cámara, practicar esta actividad por 30 minutos ayuda a quemar hasta 150 calorías, que equivale a media hamburguesa.
A más de este beneficio, también ayuda a tonificar el cuerpo pues los movimientos combinados con estiramientos permiten que el músculo se desarrolle de un modo distinto a cuando se practica otros deportes como la gimnasia. Los bailarines presumen sus músculos o piernas largas y delgadas, a diferencia del músculo con mayor volumen que muestran los gimnastas.
Aunque a simple vista parece que los beneficios son únicamente externos, sobre todo si solo se destaca el mantener una figura esbelta, también fortalecen el aparato respiratorio y óseo, ayuda a la regeneración celular y estimula la actividad cerebral, según un estudio realizado por la universidad McGill en Canadá.
Al analizar las ventajas que promete el ballet, también cabe recalcar que este ejercicio debe ser complementado con una buena alimentación. Incluso, la tonificación de los músculos se debe a un balance entre ejercicios y comida saludable. Sin que esto implique dietas exageradas que conlleven a la anorexia o bulimia.
Tengo hambre, pero debo comer sano
Ya se mencionó los beneficios que causa la práctica de la danza, pero existe una parte importante que los bailarines nunca deben descuidar, la alimentación. Sin duda, todos los que están inmersos en este fascinante mundo tienen que sacrificar mucho, como privarse del exceso de comida grasosa, carbohidratos, dulces entre otros.
Dentro de la escuela de danza la disciplina es muy estricta, por ejemplo, las chicas no pueden pesar más de 100 libras aproximadamente, y ese régimen se plasma dentro de las aulas.
Un grupo de bailarinas esbeltas ensaya una de las coreografías que se estrenará en dos semanas, mientras se sostienen de la barra, una de las alumnas, Nicole, se mira al espejo continuamente observando sus cuerpo, “mi contextura gruesa, en comparación con las otras chicas, a veces me siento pasada de peso”.
Nicole tiene una enorme vocación por la danza, sin embargo eso no impide que tenga antojos como cualquier persona, “cuando me vence la tentación de comer una pizza o unas papas fritas al siguiente día hago el doble de ejercicio para quemar más calorías” comenta, pero su anhelo es ser más delgada para tener más flexibilidad.
En el caso de los hombres los requerimientos físicos son distintos, a ellos les exigen tener el cuerpo musculoso para poder levantar a las bailarinas en las coreografías, sin embargo no pueden tener un índice de grasa corporal alto.
“nosotros debemos que tener la contextura delgada, pero nuestros músculos también tienen que estar bien tonificados, para esto hacemos una rutina de ejercicios y comemos sanamente” dice Emilio Cuello, alumno del Ballet de Cámara.
Estos son algunos requisitos que deben cumplir los bailarines que pertenecen al Ballet, que como cualquier otra disciplina exige mucho sacrificio, tiempo y esfuerzo, pero esto no quiere decir que tienen que privarse de todo, sino se trata de comer normalmente pero con medida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario