Un nuevo "Amanecer"

Un nuevo "Amanecer"
Foto: Cortesía Ballet Ecuatoriano de Cámara.

martes, 6 de julio de 2010

UN ENCUENTRO CON EL PASADO


Biografía

Por: Patricia Arcos


Rubén Guarderas


Director General del Ballet Ecuatoriano de Cámara


Maestro de toda una generación de bailarines, coreógrafos y directores. Una de las figuras más destacadas de la danza nacional. Como bailarín , ha llevado a escena personajes y situaciones con gran fuerza interpretativa, como coreógrafo ha logrado plasmar imágenes estéticas de enorme significado.

En 1980 crea el Ballet Ecuatoriano de Cámara, del cual es su director, trabajo que lo ha hecho con entusiasmo y profesionalismo, permitiendo llevar al Ecuador a eventos internacionales , por lo que en 1992 recibe la Condecoración al Mérito Cultural de Primera Clase otorgada por el Gobierno del Ecuador. Su desempeño en el área de gestión cultural lo lleva con habilidad e inteligencia.

Es miembro del directivo del Consejo de Especialistas Interamericanos de Ballet, organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Comité Honorario de la Asamblea General de Américas de la Alianza Mundial de la Danza y fue elegido recientemente como Presidente de la Casa de la Cultura Benjamín Carrión, Núcleo de Pichincha.

Más de cuarenta años dedicados a la danza, los cuales han trascurrido con la conciencia plena del trabajo realizado por difundir y crear nuevos públicos para la danza en el Ecuador.


Entrevista

¿Cómo surge la idea de crear el Ballet Ecuatoriano de Cámara?

El Ballet Ecuatoriano de Cámara (BEC) se crea en 1980, como una necesidad de ir desarrollando nuevas formas de bailar, y otras técnicas de danza. Se pretendió traer al país diferentes estilos que se venían desarrollando en el mundo, y que aquí aún no se practicaban. Entre ellos estaban el ballet clásico, el ballet neoclásico, la danza popular, con el tiempo nosotros fuimos abriendo nuevos estilos, hasta establecer un grupo multiestilístico y llegar a los sectores más amplios del Ecuador.

¿Usted fue parte de esta creación?

Sí, estuvimos involucrados seis bailarines, nosotros montamos la primera coreografía. Con el tiempo fui dejando la danza, para inmiscuirme en la parte administrativa. Poco a poco nos fuimos consolidando y así se fundo el Ballet Ecuatoriano, que hoy en día es Ballet Nacional.

¿En sus inicios con el BEC recibió el apoyo que esperaba?

Al principio tuve enormes dificultades , porque no existía un público a quién dirigirse. Sin embargo, tuve que abrir caminos y consolidar un grupo definido. De los seis bailarines que empezamos en la actualidad ya somos 90, y todos vivimos con la danza para la danza y por la danza.

¿Qué tipos de danza se han implementado desde la formación del Ballet Ecuatoriano?

Tenemos tres grupos profesionales, el ballet clásico académico, la danza contemporánea, y la danza popular urbana. La última es la que más nos llena de satisfacciones, debido a que, nos da valores de identidad mestizos y a la vez actuales, donde la sociedad quiteña se esté manifestando.

¿Cuál ha sido el mayor logro hasta este día?

El mayor logro es haber recorrido todo el país. Viajar por cantones en donde nunca hubieran soñado tener un grupo de nuestra jerarquía.

¿Es decir, el Ecuador ya tiene presencia internacional?

Indudablemente que sí. El Ecuador tiene un posicionamiento fuerte en el exterior , por su calidad estética y profesional.

¿En estos 30 años, el BEC ha recibido apoyo del gobierno?

El apoyo del Gobierno ha sido y es sustancial, para que nosotros realicemos nuestra actividad gratuita. El Estado nos ha apoyado tanto, que en hoy en día la danza es una política de Estado.

¿Al mirar atrás y darse cuenta de todo lo que ha logrado, qué satisfacción le queda?

Yo soy uno de los pocos afortunados en el país, ya que con esta propuesta que hicimos hace 30 años logré hacer lo que me gusta, y que me paguen por hacer lo que me apasiona. Muchos ecuatorianos quieren hacer algo diferente en sus vidas, sin embargo, por necesidades vivenciales no lo hacen.

¿Qué le falta por hacer dentro del BEC?

Tener un teatro permanente, donde nos permita generar necesidades que nos hagan crecer, en cuanto a propuestas artísticas, estéticas y al desarrollo de nuestra actividad.

¿Qué lección de vida le ha dejado la danza?

Una lección de vida muy dinámica, de crecimiento personal y sistemática de compartir experiencias colectivas, intercambios, encuentros y alejamientos con las personas.


Entrevista completa
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