Un nuevo "Amanecer"

Un nuevo "Amanecer"
Foto: Cortesía Ballet Ecuatoriano de Cámara.

miércoles, 7 de julio de 2010

TRAJES SEDUCTORES Y FUNCIONALES

Boceto del Ballet Contemporáneo
Por: Vanessa Gómez

Es increíble ver la agilidad y movimientos que han puesto en escena bailarines como Eddy Borges e Irina Marcano en la obra “Blancanieves y los siete enanitos”. Más aún, resulta encantador ver su vestimenta que parece una réplica exacta salida de este cuento de hadas.

Pero, ¿cómo se ha logrado que estos atuendos sean tan decorados y cómodos a la vez? Esta tarea no ha sido fácil, pero tras los vestidos y demás trajes se mueve todo un equipo que se encarga de realizar cada prenda a la medida exacta y necesidades de los bailarines.

Patricia Zubiría, diseñadora del Ballet Ecuatoriano de Cámara (BEC), comparte sus experiencias y conocimientos sobre el tema para describir cuáles son los procesos de creación y materialización de la indumentaria.

1. INVESTIGACIÓN: conocer la sinopsis de la obra que se desarrollará y observar los ensayos para visualizar los movimientos, de este modo se determina el material, texturas y colores de las prendas.

2. DISEÑO: se realizan los bocetos de los vestidos y disfraces, el director coreográfico examina las propuestas y se modifica cada detalle hasta obtener el traje adecuado para cada personaje.

3. PRODUCCIÓN: es la búsqueda de los materiales, se seleccionan telas elásticas que permitan la movilidad del bailarín, jamás se debe trabajar con telas tensas. Una vez que se tenga todo el material y los bocetos, se los entrega a los modistas quienes inician la realización de los trajes.

4. PRUEBA: se llama a cada uno de los bailarines para que realicen la prueba de las prendas con el fin de corregir cualquier error o cambio que se deba resolver para, finalmente, entregar el vestuario de la obra.

“La palabra funcionalidad es muy importante en este trabajo debido a que uno debe ceñirse a lo que requiere la obra”, indica Patricia. Además, explica que siempre se toma en cuenta la movilidad del bailarín, pues se debe lograr que los trajes sean verosímiles sin que esto signifique utilizar encajes o demás decoraciones mal realizadas que incomoden a la hora de bailar.

Otro aspecto muy importante en la realización del vestuario es lograr una armonía y reciprocidad en los colores para que exista una interrelación en el escenario. Todo esto se toma en cuenta al momento de la iluminación, la cual debe tener concordancia con las gamas utilizadas en los trajes diseñados.

Irina Marcano, quien interpretó a Blancanieves, comenta que trabajar con Patricia es muy productivo ya que siempre está dispuesta a escuchar sugerencias, “ella tiene su visión como diseñadora pero siempre está preocupada por saber si nos sentimos cómodos con los trajes o si necesitamos algún tipo de cambio”.

La producción de la vestimenta es un trabajo que requiere mucho tiempo y dedicación. Por ejemplo, la diseñadora del BEC explica que las obras del ballet clásico son más trabajosas y decoradas a diferencia del ballet contemporáneo o folclórico.

“El montaje del clásico Romeo y Julieta nos tomó entre cuatro o cinco meses, considerando que se trabajó en conjunto con un grupo de asistentes que aceleraron la elaboración de los trajes”, recuerda Patricia Zubiría.

Es así como se debe reconocer que cada obra presentada por el BEC no solo se limita a la puesta en escena, sino que encierra una serie de actividades que se van desarrollando con meses de anticipación. Como se puede observar en esta ocasión, la vestimenta es uno de los aspectos que requiere de preparación y un trabajo en equipo que, hasta la actualidad, han logrado diseñar trajes de calidad y que han sido parte de la caracterización de cada personaje.

PERFIL
Patricia Zubiría ha colaborado como diseñadora del BEC por dos años. Durante este período ha realizado los trajes para reconocidas obras como la Bella Durmiente, Romeo y Julieta, Blancanieves y los siete enanitos.

Lleva 15 años en el ámbito profesional; anteriormente, ha trabajado con otras instituciones como El Conservatorio con la obra “Alicia en el País de las maravillas”, ha realizado los trajes de los “Quitus-Caras” para el Museo del Banco Central, entre otros diseños.



Patricia Zubiría, diseñadora del BEC

martes, 6 de julio de 2010

Radio Revista (Segunda Edición)

Les invitamos a escuchar nuestra radio revista. Encontrarás el audio de diversos temas como noticias, entrevistas , y reportajes.



Si deseas adquirir nuestra revista acude al Ballet Ecuatoriano de Cámara.

NOTI-ARTE

BALLET ECUATORIANO DE CÁMARA EN BUSCA DEL PREMIO NACIONAL “EUGENIO ESPEJO”


Por: Patricia Arcos y Vanessa Gómez

El Ballet Ecuatoriano de Cámara (BEC) aspira recibir la condecoración de uno de los premios más importantes en el ámbito cultural.

El próximo 9 de agosto, Día de la Cultura, se entregará el Premio Nacional “Eugenio Espejo” 2010. Para lo cual el Consejo Nacional de Cultura recibirá, hasta el 15 de julio, las propuestas para las candidaturas.

Según la página web oficial del Ministerio de Cultura este es un reconocimiento a “aquellos ecuatorianos o ecuatorianas que han tenido una notable trayectoria en el panorama cultural, social, científico o político del país”.

El BEC considera que podría recibir esta distinción debido a su trabajo realizado a nivel nacional, el cual ha sido “el disfrute de la danza a través de presentaciones de alta condición técnica y difusión gratuita, integrando a los sectores tradicionalmente marginados de esta actividad”, según Rubén Guarderas (director del BEC).

El Premio Eugenio Espejo es entregado por el Presidente de la República de manera bianual. Consiste en un desembolso de $10.000, una medalla, un diploma y una pensión vitalicia equivalente a cinco salarios mínimos unificados.


ARTISTAS NACIONALES SE UNEN PARA RENDIRLE UN HOMENAJE AL BEC

Música y presentaciones en vivo formarán parte del 30vo. Aniversario del Ballet Ecuatoriano de Cámara. En el mes de julio se llevará a cabo un espectáculo cultural en el Teatro Nacional Sucre. Recuentos de las primeras obras del Ballet Ecuatoriano de Cámara y presentaciones de artistas como: Edgar Palacios, Lenín Palacios, Margarita Laso, y la banda sinfónica del Consejo Provincial.


Los grupos del Ballet Clásico, Ballet Contemporáneo y Danza Folclórica del BEC también formarán parte del evento, donde interpretarán lo mejor de su repertorio


Una transformación mágica

Por Karla Ayora

Una foto de Don Quijote junto al espejo; eso es lo que necesita César Orbe para inspirarse en su maquillaje y representar así al legendario personaje dentro de la obra de danza que en pocos minutos iba a protagonizar en el escenario.

La transformación inicia, y lo primero en colocarse es una gruesa capa de base en el rostro de color piel, luego utiliza un polvo facial casi blanco, pues si exagera en la cantidad podría dar la apariencia de un mimo y se perdería el concepto del personaje.

Después, está el paso más importante, los ojos, que es un elemento fundamental, porque la profundidad de la mirada tiene que proyectar la personalidad soñadora que tenía Don Quijote, y para lograr este efecto toma un lápiz de ojos color negro y esboza algunas líneas de expresión junto a las cejas y alrededor de las pestañas.

“Aunque ya tengo algunas arrugas, no es suficiente, debo aparentar que tengo 60 años”, comenta César entre risas. Es necesario también tapar las cejas con maquillaje blanco, pues de esta manera los ojos se agrandan y así se logra captar más la atención del público.

Con otro instrumento, dibuja unas cejas grandes y gruesas casi en la mitad de su frente y después, con polvo retoca todo su rostro. “Este maquillaje es básico para compactar la pintura, pues cuando estoy en el escenario la transpiración provoca que se borre.

Finalmente coloca en su cabeza una peluca blanca para dar la apariencia de canas, un sombrero plateado y un bigote del mismo color de su cabello. Todos estos detalles deben tomarse en cuenta en el maquillaje, de esta manera se crea un realismo dentro del espectáculo final.

Este proceso dura aproximadamente una hora, pero es necesario y primordial, “cuando me estoy maquillando también voy interiorizando el personaje, es un proceso mágico y requiere de mucha concentración” Además, no se puede utilizar el mismo maquillaje en todas las personas. Primero hay que analizar los rasgos faciales de quien va a caracterizar el personaje de la obra y a partir de eso el bailarín se encarga de la parte de interpretación teatral.

“Lo mejor de aprender a pintarse es cuando logras verte en el espejo y ser el reflejo del personaje que vas a representar”, dice César, “una obra de teatro sin maquillaje y vestimenta no sería lo mismo, pierde el encanto”.

UN ENCUENTRO CON EL PASADO


Biografía

Por: Patricia Arcos


Rubén Guarderas


Director General del Ballet Ecuatoriano de Cámara


Maestro de toda una generación de bailarines, coreógrafos y directores. Una de las figuras más destacadas de la danza nacional. Como bailarín , ha llevado a escena personajes y situaciones con gran fuerza interpretativa, como coreógrafo ha logrado plasmar imágenes estéticas de enorme significado.

En 1980 crea el Ballet Ecuatoriano de Cámara, del cual es su director, trabajo que lo ha hecho con entusiasmo y profesionalismo, permitiendo llevar al Ecuador a eventos internacionales , por lo que en 1992 recibe la Condecoración al Mérito Cultural de Primera Clase otorgada por el Gobierno del Ecuador. Su desempeño en el área de gestión cultural lo lleva con habilidad e inteligencia.

Es miembro del directivo del Consejo de Especialistas Interamericanos de Ballet, organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Comité Honorario de la Asamblea General de Américas de la Alianza Mundial de la Danza y fue elegido recientemente como Presidente de la Casa de la Cultura Benjamín Carrión, Núcleo de Pichincha.

Más de cuarenta años dedicados a la danza, los cuales han trascurrido con la conciencia plena del trabajo realizado por difundir y crear nuevos públicos para la danza en el Ecuador.


Entrevista

¿Cómo surge la idea de crear el Ballet Ecuatoriano de Cámara?

El Ballet Ecuatoriano de Cámara (BEC) se crea en 1980, como una necesidad de ir desarrollando nuevas formas de bailar, y otras técnicas de danza. Se pretendió traer al país diferentes estilos que se venían desarrollando en el mundo, y que aquí aún no se practicaban. Entre ellos estaban el ballet clásico, el ballet neoclásico, la danza popular, con el tiempo nosotros fuimos abriendo nuevos estilos, hasta establecer un grupo multiestilístico y llegar a los sectores más amplios del Ecuador.

¿Usted fue parte de esta creación?

Sí, estuvimos involucrados seis bailarines, nosotros montamos la primera coreografía. Con el tiempo fui dejando la danza, para inmiscuirme en la parte administrativa. Poco a poco nos fuimos consolidando y así se fundo el Ballet Ecuatoriano, que hoy en día es Ballet Nacional.

¿En sus inicios con el BEC recibió el apoyo que esperaba?

Al principio tuve enormes dificultades , porque no existía un público a quién dirigirse. Sin embargo, tuve que abrir caminos y consolidar un grupo definido. De los seis bailarines que empezamos en la actualidad ya somos 90, y todos vivimos con la danza para la danza y por la danza.

¿Qué tipos de danza se han implementado desde la formación del Ballet Ecuatoriano?

Tenemos tres grupos profesionales, el ballet clásico académico, la danza contemporánea, y la danza popular urbana. La última es la que más nos llena de satisfacciones, debido a que, nos da valores de identidad mestizos y a la vez actuales, donde la sociedad quiteña se esté manifestando.

¿Cuál ha sido el mayor logro hasta este día?

El mayor logro es haber recorrido todo el país. Viajar por cantones en donde nunca hubieran soñado tener un grupo de nuestra jerarquía.

¿Es decir, el Ecuador ya tiene presencia internacional?

Indudablemente que sí. El Ecuador tiene un posicionamiento fuerte en el exterior , por su calidad estética y profesional.

¿En estos 30 años, el BEC ha recibido apoyo del gobierno?

El apoyo del Gobierno ha sido y es sustancial, para que nosotros realicemos nuestra actividad gratuita. El Estado nos ha apoyado tanto, que en hoy en día la danza es una política de Estado.

¿Al mirar atrás y darse cuenta de todo lo que ha logrado, qué satisfacción le queda?

Yo soy uno de los pocos afortunados en el país, ya que con esta propuesta que hicimos hace 30 años logré hacer lo que me gusta, y que me paguen por hacer lo que me apasiona. Muchos ecuatorianos quieren hacer algo diferente en sus vidas, sin embargo, por necesidades vivenciales no lo hacen.

¿Qué le falta por hacer dentro del BEC?

Tener un teatro permanente, donde nos permita generar necesidades que nos hagan crecer, en cuanto a propuestas artísticas, estéticas y al desarrollo de nuestra actividad.

¿Qué lección de vida le ha dejado la danza?

Una lección de vida muy dinámica, de crecimiento personal y sistemática de compartir experiencias colectivas, intercambios, encuentros y alejamientos con las personas.


Entrevista completa
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Colgar las zapatillas para dedicarse a un nuevo rol: ser mamá.

Por: María José Larrea
Conocemos sus pasos, técnicas, repasos, presentaciones, e incluso los detalles de sus preparativos tras el telón.
Todo cuanto se refiere a su talento profesional, pero ¿por qué no se ha profundizado la vida personal de las bailarinas?
Si bien la preparación de quienes deciden ser unas expertas de la danza, exige excelente disciplina, concentración y técnica.
Lo que muchas veces se desconoce es que, esos seres espigados, aparentemente frágiles, de cutis de porcelana y cuello de cisne, esconden, tras de sí, un gran historial de trabajo duro, constancia y sacrificios que no les permiten llevar una vida común.
Mantener una buena relación con su mundo cotidiano se torna una constante dificultad, pues las bailarinas descuidan su vida privada, por la danza.
Tomando en cuenta que, la carrera es breve, el éxito difícil, las frustraciones numerosas, y el medio cruel, se ha disimulado–entre comillas- la irremplazable idea de no tener hijos mientras ejercen su carrera. “Las bailarinas tenemos que pensar más en nuestro físico actual y como eso va a cambiar con un embarazo a futuro. Uno tiene que decidirlo bien antes de lanzarse a ser mamá” afirmó la bailarina Liana Zúñiga, quien a sus 28 años tiene bien claro que el hecho de tener hijos implicaría retirarse de la danza durante algunos años, hasta recuperarse para volver a bailar.

Las condiciones artísticas y físicas extremas predominan durante años de preparación. El estado físico, la talla, la concentración y la disciplina necesaria definen su profesionalidad. Por eso es que, pensar en no ser madres se convierte en una “obligación¨
La maestra y coreógrafa Vanessa Lozano, durante los 20 años de su carrera profesional, aplazó la idea de formar una familia. “Le di largas a la maternidad y a otras cosas personales por mi carrera, porque eso era lo central” afirmó.

A pesar de que Vanessa sentía despierto su lado materno, continuaba sintiéndose comprometida con su profesión.

Siempre mantuvo un entrenamiento cotidiano intensivo y un régimen de vida muy severo que no le permitían decidirse a tener su primer hijo.

Cumplió sus 32 años y finalmente resolvió colgar las zapatillas de punta para dedicarse a un nuevo rol: ser mamá.

“He tomado un tiempo de pausa por una prioridad de vida, era para mí importante, quería tener un hijo y bueno afortunadamente llegó” dijo.

Por ahora, el cien por ciento de su tiempo y de la energía que Vanessa disponía para la danza, hoy lo dedica a su bebé, pues espera asumir esta nueva etapa con la mayor responsabilidad, sin que involucre un descuido de su carrera.

“Espero llevar las dos cosas de la mejor manera: poder brindarle la atención que él necesita y seguir trabajando en el mejor nivel posible dentro de mi profesión porque es lo que siempre me propuse” afirma.

De esta manera, Vanessa rompe las reglas y demuestra que las bailarinas si pueden tener hijos aunque les cueste asumir que un trabajo muy duro les espera si es que quieren volver a bailar.

“Mis planes son volver a bailar, ahora pues tengo un mes, pero para después tengo que empezar a reentrenar para seguir reincorporándome al Ballet Ecuatoriano de Cámara”, asegura.

Lo que Vanessa tiene muy presente es que para su regreso como bailarina deberá sentir que su cuerpo alcanza su máxima expresión: las manos deberán hablar por si solas, sus piernas y brazos deberán ser lo suficientemente flexibles para que sus desplazamientos parezcan tan sutiles y ligeros como el aire.

Y para esto, su forma física debe estar en perfecto estado. Debe regresar a las medidas adecuadas. Deben mantenerse espigaditas, de brazos, piernas y cuellos largos. Con buen empeine, flexibles, abiertas y, por supuesto, con la espalda derecha. De lo contrario, si retorna con un peso mayor, le estaría poniendo una cruz a su carrera.

Uno de los famosos casos dentro del Ballet Ecuatoriano de Cámara, es el de Julia Vidal, de 32 años, quien fue una de las bailarinas que más rápido se repuso después de su embarazo.

Julia después de nueve meses de tener a su hija “Amalia”, continúa danzando como bailarina principal de cada obra. Su buen nivel físico, técnico y psicológico demuestran que “se puede ser mamá bailando, aunque se requieran de muchos sacrificios”.

“Si es difícil reponerse, pero eso depende del organismo de cada cual. En mi caso, yo no tuve necesidad de hacer dieta. Me reincorporé con un trabajo leve, poco a poco empecé a ensayar porque con el peso que uno se entra – prácticamente gorda- si te pones mucha carga de trabajo te vas a lastimar, pero después por el mismo ejercicio ya vas adelgazándote y recuperándote, más que todo, en fuerza física”, dice.

Julia, como madre y como bailarina, reconoce que “ambos trabajos son muy sacrificados”. Sin descartar por supuesto la felicidad que irradia Amalia en su vida.

“Lo duro es el compromiso del trabajo, y el del bebé. Ya no eres solo tú, hay otra personita en quien hay que pensar. Tener un hijo es bonito, trabajoso, estresante, pero sobre todo es gratificante, le da un sentido de madurez a tu vida” afirma.

Vanessa y Julia son dos ejemplos de una revolución no reconocida de bailarinas con hijos. Y al parecer, todo se resume a una necesidad innata; su naturaleza les reclama ser madres por el simple hecho de ser mujeres.

“Ser madre es algo muy individual y no tiene que ser una etapa obligatoria, independientemente de ser bailarinas o no, realmente la mujer debe sentir esa necesidad porque es algo muy interno que te sucede” afirma Vanessa.

Un nuevo “Amanecer”

El Ballet Ecuatoriano de Cámara presenta la obra “Amanecer” al conmemorar, este 26 de Julio, sus 30 años de vida artística.

“Amanecer” una obra sencilla, pero muy profunda cuenta la historia de una pareja que decide emigrar a la ciudad en busca de un mejor porvenir.

Una mujer y un hombre que despiertan en un nuevo mundo.
A su llegada se tropiezan con un sitio pobre, desolado, en el que no hay oportunidades de trabajo.
Con dolor y miseria reconocen la situación de sus hermanos. Foto: Cortesía del Ballet Ecuatoriano de Cámara.

Una etapa muy dura inunda sus esperanzas, pero de pronto, son bendecidos por “La pastora” un personaje celestial que les da la fortaleza para seguir luchando.


La pastora de hombres teje la premonición certera de que se acercan días de esperanza. María José Larrea y Karla Ayora.

La fortaleza de “La pastora” inunda todo el ambiente y desde entonces la esperanza reside en el alma de todos. María José Larrea y Karla Ayora.

Viene el tiempo de siembra, de trabajos e ilusiones, comienza la bonanza para quienes ha superado sus miedos, perezas y derrotas.

Se ha juntado el racimo de uvas para el vino con el que se festejará el día venidero porque la tranquilidad interna ha llegado. Foto: Cortesía del Ballet Ecuatoriano de Cámara.

Finalmente llega el tiempo de gloria, junto con la verdad y la alegría de sentirse libres e internamente ricos.

Es tiempo de festejo, de valentía y de gozo por el futuro próspero que se acerca. Foto: María José Larrea y Karla Ayora.

De toda aquella nostalgia atravesada, solo queda el regocijo de haber superado el horizonte de la felicidad. Una fiesta folklórica refleja los buenos tiempos y un nuevo amanecer.


“Danzar es vivir” porque el baile es el pleno reflejo de la vida. Foto: María José Larrea y Karla Ayora.

Sin duda, las vivencias, lugares y nostalgias, hacen de “Amanecer”, una obra rica en matices, profunda en contenidos, cargada de contrastes y resplandeciente de expresiones que comunican al público.

Técnica y sentimiento se complementan en esta presentación que ha trascendido ya por tres décadas. Foto: María José Larrea y Karla Ayora.


Coreografía: Gustavo Herrera
Música: L. Advis, A. Ramírez, Pachacamac
Vestuario: Pepe Rosales